El Espíritu Santo es descrito en la Sagrada escritura como omnipresente y omnipotente, cualidades que refuerzan su divinidad y papel crucial en la vida de los creyentes.
De ningún modo puede el puro afasia o la desliz de una descripción completa servir de desechar la clara evidencia que los cinco casos relatados en el libro de los Hechos.
Desde el siglo X Cuadro costumbre encarnar, personalizar a la Trinidad con tres formas humanas masculinas. Esta imagen logró mantenerse —en medio de disputas e interpretaciones de todo tipo— hasta el siglo XVI. Puede verse, por ejemplo, en el retablo longevo de la Cartuja de Miraflores de Burgos, tallado por Gil de Siloé a finales del siglo XV, o en la pintura de la Coronación de la Casto de Hans Holbein el Viejo.
El bautismo del Espíritu Santo es simplemente el principio de una vida continua de ser realizado del Espíritu Santo. No es una experiencia para unos pocos escogidos solamente, ni es una experiencia recibida después de la conversión, y entonces solo posteriormente de esperar mucho tiempo y de agonizar mucho. Más perfectamente, es una parte de la conversión y viene con el arrepentimiento y la Seguridad.
Nosotros podemos encontrar descanso para nuestra alma solamente en Nazareno. El Espíritu de Altísimo o Espíritu de Cristo nos da ese descanso o reposo haciendo que cada día sea santo, de descanso del alma, paz y Gozada.
Este don a menudo viene en forma posterior, muchos sólo lo reciben luego que ha surgido un avivamiento, y algunos incluso reciben dones completamente diferentes.
Ofrece sabiduría y discernimiento en decisiones diarias. Los creyentes pueden recurrir a Él para obtener claridad en momentos de duda o confusión. Su consejo se manifiesta a través de la oración y la ojeada de la Sagrada escritura, donde proporciona entendimiento sobre la voluntad de Altísimo.
El Espíritu Santo muestra la verdad y Conductor al creyente en Dios. En momentos de dudas, es bueno detenerse a agenciárselas la presencia de Dios leyendo su Palabra y escuchando lo que su Espíritu dice a nuestro corazón. El Espíritu Santo siempre nos Práctico conforme a la verdad del evangelio.
Esta modificación del credo niceno no fue aceptada en oriente, lo que se tradujo en una escisión entre las actuales Iglesia católica e Iglesia ortodoxa. Es lo que se conoce como Cisma de Oriente y Poniente que perdura hasta nuestros días. Ambas iglesias se declaran luego trinitarias, aunque difieran en el matiz «Filioque».
La combinación de estas funciones permite que el Espíritu Santo actúe como un compañero constante en el camino cristiano. Su presencia transforma la experiencia de Certeza, haciendo que los creyentes se sientan apoyados y guiados en cada etapa de su vida espiritual.
Por otro flanco, quienes cuestionan la validez presente de las lenguas argumentan que este don estaba asociado con la autoridad apostólica y que, una vez establecido el canon bíblico, ya no es necesario. Sin bloqueo, esta postura no explica por qué millones de creyentes en todo el mundo continúan experimentando esta manifestación espiritual de modo genuina.
Novaciano, en su obra «De Trinitate» afirma que es el Espíritu Santo quien da dones a su Iglesia para adornarla y perfeccionarla check over here sobre todas las cosas y en todo. Y afirma su carácter personal: «Es Él quien –bajo forma de paloma– morapio y se posó sobre el Señor después de su bautismo, habitando plena y totalmente solo en Él, sin limitaciones, y luego fue dispensado y enviado sobreabundantemente, de guisa que otros pudieran acoger un flujo de gracias» (De Trin.
Varios movimientos religiosos contribuyeron a la formación de la Unión de Hermanos o Hermanos Moravos a mediados del siglo XV. Unidad de ellos fue el de los Valdenses, que se remontaba del siglo XII. Otro grupo renombrado fue el movimiento derivado de los husitas, seguidores de Juan Hus. Los Hermanos Moravos todavía tuvieron influencias de grupos quiliastas Figuraí como de escrituarios. Petr Chelcický, fue un escrituario y reformador checo que estaba familiarizado con conocimiento valdenses y husitas. Rechazó a los husitas por el sesgo violento que había tomado el movimiento y se apartó de los valdenses por las concesiones que habían hecho en sus doctrinas. En 1440, Chelcický plasmó sus conocimiento en el ejemplar titulado Las redes de la Certidumbre. Las doctrina de este escrituario tuvieron una gran influencia en Gregorio de Praga, hasta el punto de que abandonó el movimiento husita. En 1458, Gregorio persuadió a pequeños grupos para que lo siguieran, se establecieron en la ciudad de Kunvald donde fundaron una comunidad religiosa.
Juan el Bautista predicaba la promesa del bautismo del Espíritu Santo: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de aguantar, es más poderoso que yo; El os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11).